lunes, 20 de mayo de 2013

ACERCA DE LOS DESEOS...


Este sábado fue emocionante... un encuentro con los deseos donde contamos con una invitada especial, una maestra en deseos. 

Trabajamos sumergiéndonos en el cuento clásico de Las Mil y una Noches: Aladdín y la lámpara Maravillosa. 

Recorrimos como Aladdín el trayecto hasta la cueva, y allí encontramos nuestra propia lámpara y a nuestro propio genio, como metáforas de ese lugar en donde surgen nuestros deseos.

Al genio le pedimos un deseo, pero este genio nos quiso entregar las herramientas que nos permitirán acceder a él.
¿Cuáles son?

Para iniciar el proceso que nos lleva a dirigirnos al objeto de deseo es necesario realizar una valoración inicial .

En esta valoración ponemos en juego variables como cual es la emoción que me produce, que obstáculos o recursos es necesario poner en juego y que consecuencias se producen de la satisfacción de mi deseo.

Sin embargo la relación entre tener un deseo y dirigirnos hacia su satisfacción  no siempre es una relación directa. En ocasiones durante esta valoración inicial se producen interrupciones para dirigirnos a su satisfacción, interviniendo todos nuestros mecanismos de defensa, valorar que es por causa del otro por lo que no realizo mi  deseo, mi deseo se confunde con el del otro, puede ocurrir que en nuestra valoración inicial estimemos que son peores las consecuencias derivadas de su satisfacción que el mantener el objeto deseado, en esto únicamente un deseo.

Siguiendo la teoría emocional de Lazarus, en interacción con el ambiente primero realizaremos una valoración primaria, en esta primera valoración interviene  el cuerpo y la emoción.

En el taller que realizamos el sábado, esto lo pudimos explorar a través de la arcilla y el movimiento con el cuerpo. Pudimos experimentar como a veces dejamos olvidados nuestros deseos y los guardamos en un joyerito, o nuestras dificultades en establecer un contacto directo a través de nuestro cuerpo y después con los otros para poder así satisfacerlos, o como nuestro deseo no satisfecho se vuelve hacía nosotros en forma de deseo de destrucción de nuestra vasija, todo esto a través de no olvidarnos de nuestra creatividad que es la que puede dar salida a nuestros deseos.

Estableciendo un paralelismo con el ciclo de necesidades de la Gestalt la primera parte del taller  corresponde  con la parte de sensación y formación de figura o toma de conciencia.
Después se produce una valoración secundaria en la que median las formas de afrontamiento, las estrategias, habilidades o recursos del individuo y los recursos ambientales.

 Siguiendo  con el proceso desarrollado en el taller  en la segunda parte de este nos centramos en esta segunda valoración y prosiguiendo con el ciclo de necesidades de la Gestalt, corresponde  con la movilización , dándonos cuenta de aquello que deseo y necesito cubrir, que recursos tengo, como se mueve mi energía  para dirigirme hacia, cuales son mis introyectos…
Durante la creación del invento experimentamos la frustración por los obstáculos que nos encontrábamos con los materiales, la energía que imponíamos por conseguir transformar estos materiales, poner la atención en como poder hacer nuestra vida más placentera.
El proceso de construcción del invento nos dio la posibilidad de darnos cuenta  de cómo podíamos traer al presente nuestros deseos y su posible satisfacción
Con un molinillo de viento dar aire y altura a nuestro deseos, con una barca  nuestros deseos sobreviven a pesar de las tempestades o los naufragios, con una cámara de fotos hacer nuestra vida cotidiana más creativa y sentirnos presente en ella, con la geometría y asimetría de dos globos con apoyos traer  el orden y el caos de las emociones , la belleza y la importancia de compartir.
En definitiva un recordatoria a nuestros deseos y de como trasformar la realidad para satisfacerlos de forma creativa.




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